El método más sencillo y económico para evitar la enfermedad dental es la higiene realizada por el propio paciente y el mantenimiento semestral realizado en el consultorio.
El paciente previene con el uso del cepillo terapéutico, de elementos interdentales y el uso de un antiséptico adecuado.
El profesional previene limpiado las áreas sobre y debajo de la encía y puliendo las superficies retentivas, más la aplicación de flúor.
Para prevenir caries se indican cuatro momentos de ingesta diarios, cepillado y uso de interdentales una vez al día, más el consumo de fluoruros en pastas, geles y/o colutorios.
Para pacientes con problemas de encías es fundamental el mantenimiento en el consultorio, más la higiene diaria prescripta y el control trimestral. No todos los colutorios están indicados para todos los pacientes, consulte según su necesidad.
La odontología preventiva y conservadora o mínimamente invasiva significa tratar el diente "sacando lo menos posible", esto se logra trabajando el diente con microscopio a más aumento y el láser para usar menos torno.
Renueve su cepillo cada tres meses.
Realice su control profesional cada seis meses.
Con microscopio observación de la anatomía dentaria de menor a mayor aumento, véase cómo aparecen los surcos donde comienzan las caries.